Su opinión de la Justicia es la siguiente: "Curiosamente, la lentitud empieza a ser un problema pasado en la Administración de Justicia; si acaso en los núcleos urbano y en la justicia contencioso-administrativa por razones de disfuncionalidades organizativas. Hoy el problema es la calidad.Hemos reclutado cantidades masivas de jueces en unas condiciones cada vez más cambiantes (...) El problema es, pues, la calidad.Y lo acometemos por dos vías: mejorando los niveles de formación judicial e instituyendo mecanismos de renovación y formación permanente".

Belloch, que fue en su tiempo dirigente de la asociación profesional "Jueces para la democracia", de carácter progresista, ha desarrollado gran parte de su carrera profesional en Bilbao, en donde fue presidente de la Sección Segunda y de pesidente de la Audiencia Provincial de Vizcaya entre los años 1981 y 1990.

En esa época, cuando más arreció el terrorismo de ETA, el nuevo ministro de Justicia se enfrentó profesionalmente a algunos casos de terrorismo y sin toga combatió la idea de que hay que ceder al chantaje.