El nuevo modelo se basará en la contención del gasto, la reducción de la deuda, el fomento del negocio patrimonial, con el objetivo de elevar las rentas recurrentes.

Además, el esfuerzo inversor se centrará en el desarrollo de los proyectos más rentables y el abandono de aquellos de menos valor para la compañía.

Así lo explicó el equipo directivo en la Junta General de Accionistas, la primera tras la entrada en el accionariado de la compañía de seis entidades financieras el pasado 20 de febrero.

Las nuevas líneas de actuación de Metrovacesa también recogerán la venta de activos que la compañía considere no estratégicos, la búsqueda de sinergias dentro de la propia empresa y la redefinición de procesos, al objeto de eliminar duplicidades en el negocio.

El presidente de Metrovacesa, Vitalino Nafría, enumeró las fortalezas de Metrovacesa, que permitirán a la compañía afrontar los retos de futuro: un portafolio de negocio singular, sustentado en una importante estructura patrimonialista y un nuevo accionariado, entre otros.

En su discurso ante los accionistas, Nafría señaló que la compañía cuenta con las bases necesarias para afrontar la difícil coyuntura actual y señaló que "el futuro viene marcado por la austeridad y por una gestión más ajustada. Sólo así, responderemos a las necesidades del mercado".

La Junta General de Accionistas aprobó tanto el informe de gestión, como las cuentas de la compañía del pasado ejercicio y acordó también, reducir el límite máximo a percibir por el Consejo de Administración, que se ha fijado en un millón de euros.