Los cinco camiones matriculados en Francia se disponían a distribuir la fruta española cargada en el mercado mayorista de Perpignan en diferentes puntos del país vecino.

Esta Federación denunció que, al igual que en ocasiones anteriores, los agricultores franceses actuaron "con total impunidad", ya que las fuerzas de orden francesas no interinieron para evitar el incidente.

A su juicio, la Administración francesa sigue amparando con un "consentimiento tácito" este tipo de actuaciones, que violan la libre circulación de mercancías dentro de la UE, al no ordenar a la policía gala que actúe para impedirlas.

El secretario técnico de FEPEX, José María Zabildea, no descartó la adopción de medidas de presión contra la Administración francesa, ya que "los productores de Huelva están muy nerviosos".

El año pasado esta asociación y las oganizaciones de agricultores realizaron manifestaciones ante la Embajada francesa en Madrid y pusieron en marcha una campaña para que no se consumieran los productos del país vecino en España.

Las fuentes consultadas también aseguraron que siguen sin venderse las fresas españolas en los supermercados franceses, justo cuando va a comenzar la campaña de exportación de fruta de hueso y espárrago español hacia el resto de Europa.

Las amenazas a los mayoristas franceses causan más pérdidas que el ataqe a los camiones. En 1993 el boicot a las frutas españolas ocasionó unas pérdidas a los productores de nuestro país de 3.500 millones de pesetas.

Por su parte, la organización Iniciativa Rural emitió hoy un comunicado en el que solicita al Gobierno español que resuelva este problema o "que nos dejen responder con ataques contra los camiones franceses", al igual que hace el Ejecutivo galo.