La fecha de constitución de las nuevas Cortes, el 1 de abril, figuraba en el decreto de disolución y convocatoria de elecciones, aprobado por el presidente del Gobierno el pasado 14 de enero.

La inclusión de esa fecha en el decreto de disolución es exigencia del Reglamento del Congreso de los Diputados, como también el hecho de que sea, en todo caso, en los 25 días siguientes a la celebración de las elecciones.

En la sesión constitutiva, los electos juran o prometen acatar la Constitución y eligen la Mesa de la Cámara, en el caso del Congreso, Presidencia, cuatro vicepresidencias y cuatro secretarías.

En los quince días siguientes a la sesión constitutiva se debe convocar la solemne sesión de apertura de la legislatura, es decir, como muy tarde el 16 de abril.

Es previsible que alrededor de esa fecha se celebre también el debate de investidura del candidato a la Presidencia del Gobierno, después de los contactos del jefe del Estado con los portavoces de los distintos partidos con representación parlamentaria.

Celebrados esos contactos, el presidente del Congreso debe convocar el debate de investidura y el candidato debe obtener la mayoría absoluta de los miembros del Congreso de los Diputados o la mayoría simple pasadas 48 horas.

Si el candidato no obtuviera la confianza de la Cámara, el Reglamento prevé la posibilidad de que se celebren sucesivas votaciones por el mismo procedimiento, pero si dos meses después de la primera votación no hubiera un presidente investido, el presidente del Congreso sometería a firma del Rey el decreto de disolución y la convocatoria de nuevas elecciones.

En 2004, Rodríguez Zapatero ganó las elecciones celebradas el 14 de marzo y se sometió al debate de investidura los días 15 y 16 de abril, tomando posesión justo después.