NUEVAS AMENAZAS PONEN EN PELIGRO LA RESTAURACIÓN AMBIENTAL DE AZNALCÓLLAR, SEGÚN WWF/ADENA
- Hace balance en el décimo aniversario de la catástrofe
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WWF/Adena alertó hoy de que "aún quedan numerosas cuestiones por resolver" respecto a la catástrofe de Aznalcóllar hace 10 años y alertó de que, además, han surgido "nuevos problemas" que "ponen en peligro" los resultados de las restauraciones ambientales que se han llevado a cabo.
Así lo concluye la ONG en un informe en que se analizan y evalúan todas las labores realizadas hasta el momento para restaurar los daños que produjo la rotura de la balsa minera el 25 de abril de 1998.
El informe de WWF/Adena evalúa más de 30 variables diferentes relacionadas con el vertido tóxico, entre las que se encuentran la calidad de las aguas superficiales, la restauración del complejo minero, el sellado de la balsa siniestrada, el estado de la fauna o la actual ordenación del territorio.
Entre los aspectos positivos, WWF/Adena destaca la ejecución de los proyectos de restauración Doñana 2005 y Corredor Verde del Guadiamar, la recuperación de la fauna del cauce, la mejora del estado de los suelos o la recuperación de la dinámica del Guadiamar.
Por el contrario, alerta de que "hay cuestiones que requieren de mayores esfuerzos para alcanzar los objetivos marcados". Entre ellos, la organización destaca la depuración de todos los vertidos industriales y urbanos de la cuenca del Guadiamar, la regeneración de la flora en algunas zonas afectadas o la recuperación del empleo en Aznalcóllar.
Para WWF/Adena, existen diversos "impactos y presiones" que ponen en peligro las inversiones y la recuperación ambiental llevada a cabo en estos últimos 10 años.
Así, señala la falta de restauración del complejo minero de Aznalcóllar que, según indica, "continúa siendo una fuente de contaminación por metales pesados debido a filtraciones de la balsa siniestrada y las escombreras no eliminadas".
Igualmente, subraya la construcción de nuevos proyectos urbanísticos que "amenazan" la función como corredor ecológico del Guadiamar, así como la cesión de aguas del embalse del Agrio para actividades agrícolas, algo que convertiría al Corredor Verde "en un canal de riego".
Para Juanjo Carmona, responsable de la Oficina de WWF/Adena en Doñana, el vertido tóxico de Aznalcóllar "no fue un accidente, fue una catástrofe anunciada con años de antelación, permitida por las Administraciones y que costó a los ciudadanos cientos de millones de euros". Por ello, consideran que la experiencia "debe servir para prevenir".
(SERVIMEDIA)
21 Abr 2008
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