La manifestación, con el lema "Por un Madrid habitable. M- 30 No. No más coches. No más talas. No más mentiras", quiere concentrar a los ciudadanos madrileños descontentos con las políticas del Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón.

En un comunicado difundido hoy por los colectivos antiparquímetros en la periferia, las asociaciones vecinales critican la actitud del ayuntamiento y reiteran su disposición al diálogo. Para que no haya vencedores ni vencidos, proponen volver a la situación anterior al 1 de marzo, cuando se extendió el Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) a los barrios periféricos.

Además, las asociaciones y plataformas de vecinos denuncian que en las últimas semanas "observamos un aumento de la vigilancia y represión en los barrios afectados, inmovilizando unidades de Policía Municipal en detrimento de las auténticas necesidades de seguridad de Madrid. Incluso se están empleando agencias privadas de detectives para amedrentar a los vecinos y sus representantes".

Los vecinos hacen un llamamiento a las empresas adjudicatarias "para que no participen en esta campaña represiva", y les piden "que estén a la altura de las circunstancias, facilitando una salida al conflicto".

Para los vecinos afectados por los parquímetros, el origen de esta medida recaudatoria "que nos han impuesto sin justificación alguna" está en "las absurdas, millonarias y destructivas obras de ampliación de la M-30".