Diego López Garrido, dirigente renovador, hizo hoy en rueda de prensa un balance muy crítico del análisis de los comicios que ayer realizó la Presidencia Federal de IU, donde los representantes de su corriente se quedaron en solitario al exigir mayor dureza en la autocrítica.

López Garrido aseguró que al margen del calificativo de "insatisfactorio" dado por el sector oficial a los resultados de IU, el resto de la valoración que ha hecho la dirección está alejda de la realidad y no reconoce que el verdadero culpable del tímido avance es la "estrategia errónea de aislamiento" y la falta de voluntad de diálogo con el PSOE.

El ex diputado apeló a la buena disposición de Anguita para abrir un debate que encuentre soluciones al estancamiento del PSOE. "Esta derrota sin paliativos", afirmó, "no debe despacharse buscando las causas en el bipartidismo o en la falta de debates en televisión". "Tenemos que cambiar una estrategia que se ha demostrado inviable y que ns ha llevado a este callejón sin salida".

A su juicio, debe abrirse una nueva etapa de entendimiento en el seno de la izquierda, con una actitud de "más pactos y acuerdos con el PSOE". "Qué diferente hubiera sido el 3-M si Izquierda Unida hubiera entrado en una política de acuerdos tras las elecciones municipales", afirmó.

El dirigente renovador reafirmó su convencimiento de que ahora no es el momento de pedir responsabilidades personales en el seno de IU, aunque éstas estén abiertas y "sin límit".