En declaraciones a Servimedia, López Garrido declaró que es necesario ese diálogo con el PSOE, "por una cuestión estratégica, no táctica". "Después el acercamiento se podrá o no dar según si el diálogo avanza o no".

López Garrido también explicó que otra de las líneas políticas que debería seguir su grupo en 1997 consiste en influir "en una política desolidaridad de cara a la convergencia con Europa, que es necesaria, y es un obstáculo la posición fundamentalista anti-Maastricht que mantiene IU y que ya se ha agotado. Maastricht está ahí y es una referencia obligada".

"Es una huida hacia adelante acusar de todo lo que este país tiene de malo a Maastricht; no tiene ningún sentido", afirmó el dirigente de NI.

En su opinión, el tercer punto importante sobre la dirección que debe tomar IU en el próximo año consiste en acabar con "la confrontación on los sindicatos, ya que es una política errónea y hace perder peso a IU".

López Garrido recordó que después de las elecciones del 3-M, IU "fue la gran derrotada" y afirmó que "esta estrategia tiene que cambiar y evolucionar inevitablemente".