La sentencia señala que Aracama Mendía formaba parte del "comando Madrid" de ETA, y relata cómo el condenado y otros dos etarras -no identificados- decideron asesinar a Tejero Almagro, cuyas constumbres, horarios y domicilio conocían.

Con esta información, los terroristas acudieron al garaje donde la víctima recogía el vehículo todas las mañanas, al que accedieron mostrando placas de policía al chófer del asesinado y a un vigilante, a quienes posteriormente redujeron y encerraron en una habitación.

Más tarde, cuando Ricardo Tejero Magro bajó desde su casa al garaje en el ascensor, al abrir la puerta, uno de los etarras le disparó dos tiros en la uca, lo que le provocó la muerte instantánea.

Además de la pena de 26 años de reclusión mayor e inhabilitación absoluta durante el tiempo de la misma, la Audiencia condena a Aracama Mendía a pagar una indemnización de 40 millones de pesetas a la viuda e hijos del fallecido.