Fernández, que en ningn momento ocultó a esta agencia los problemas surgidas en la construcción y puesta en funcionamiento del centro, añadió que las deficiencias están ya corregidas, aunque se seguirá trabajando para evitar y reparar las que vayan surgiendo, "algo normal en una cárcel nueva".

Durante toda la mañana, furgones de la Guardia Civil transportaron a unos 250 presos hasta la nueva cárcel, situada en la carretara de Madrid, a unos 8 kilómetros de la capital jienense.

El traslado se realizó con toda normalida en medio de unas especiales medidas de seguridad establecidas por la Guardia Civil y la Policía Nacional, con la colaboración de la Policía Local.

La vieja cárcel quedará por ahora ocupada con unos 20 reclusos en régimen abierto, aunque el Ministerio de Justicia "tiene previsto deshacerse de ella con una contrapartida económica", según el propio Juan Francisco Fernández.

Fernández aseguró que Justicia sólo se desprenderá del antiguo centro penitenciario cuando llegue a un acuerdo con alguna de ls instituciones interesadas en su adquisición, ya que lo considera como un edificio "no recuperable".

Por otra parte, la Federación de Servicios Públicos de la UGT de Jaen ha aprobado una resolución contraria a la apertura de esta cárcel, porque su puesta en funcionamiento "supone una burla a los trabajadores y el desprestigio hacia las mínimas condiciones de seguridad en que éstos deberían desarrollar su trabajo".

El nuevo centro penintenciario de Jaén está construido sobre una superficie de 24.00 metros cuadrados y un espacio medio para cada recluso de 70 metros cuadrados. Cuenta con 130 plazas para preventivos, 180 para cumplimiento, 42 en enfermería, 70 para ingresos y 15 para mujeres, en total 453 plazas, además de las 118 complementarias.