El presidente del CSN, Juan Manuel Kindelán, declaró oy que este organismo podrá modificar la duración de los permisos, si las condiciones de seguridad varían.

"Si hubiese un incidente, podríamos cerrar la central en veinticuatro horas", señaló Kindelán. Garoña es la primera nuclear a la que el CSN renueva un permiso de explotación durante diez años, ya que hasta ahora los más amplios no excedían los cinco años.

Durante un año, los técnicos del CSN han evaluado el estudio de seguridad de la central de Garoña, lo cual ha supuesto el análisis del estdo de todos los equipos y sistemas de seguridad de la planta y de todas las incidencias y circunstancias producidas, durante su funcionamiento en los últimos quince años.

Asimismo, el Consejo ha valorado la adaptación de la central a los requisitos de seguridad que se han ido imponiendo a escala internacional.

Sin embargo, el CSN ha impuesto a la instalación nuclear una serie de condiciones, entre ellas completar en un año los planes de actuación en caso de accidente de muy baja probabilidad.

Además, la central deberá desarrollar programas de gestión de envejecimiento que permitan anticiparse a cualquier posible deterioro funcional o estructural que pudiera sufrir.

Garoña es la central más antigua de España, después de Zorita, que el próximo otoño deberá renovar su permiso de explotación tras someterse a los correspondientes análisis.

Kindelán subrayó que la renovación de los permisos de explotación se conceden tras evaluar pormenorizadamente todos los parámetros que conciernen a la eguridad de estas instalaciones, ya que aseguró que el "CSN no debe estar sometido a ninguna presión política".