Los jóvenes permanecen encerrados desde la noche del pasado sábado en el castillo de Frías. Desde entonces, sólo han ingerido agua, según los familiares de los huelguistas.

os dos vecinos de Frías denuncian la falta de información que reciben las poblaciones situadas cerca de la central sobre los riesgos potenciales que ello supone, la situación de la instalación y forma de actuar en caso de emergencia.

Los huelguistas mantienen que desde que la central, la segunda más antigua de España, comenzó a funcionar, las poblaciones limítrofes no han participado en ningún simulacro de accidente.

Por este motivo, han reclamado al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que no renuve la licencia de explotación de la nuclear, que vence el próximo mes de julio.

La organización ecologista Greenpeace se ha solidarizado con los encerrados, al tiempo que ha denunciado "los graves y crecientes problemas de agrietamiento múltiple por corrosión intergranular que afectan a componentes fundamentales para la seguridad del reactor".