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MADRID
SERVIMEDIA

La economía española creció ligeramente por encima del 2 por ciento en el primer semestre del año, un incremento inferior al registrado en el mismo período de 1991, que fue del 2,5 por ciento, según el informe trimestral de la economía española realizado por el Banco de España.

A juicio de los expertos del banco emisor, estos datos confirman la "persistente atonía del crecimiento económico". Para todo el ejercicio 1992, las previsiones de crecimiento del PIB se sitún por debajo del 2 por ciento.

Esta previsión de crecimiento económico está muy cercana a la última del Gobierno, que fue realizada por el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, quien señaló que la economía española crecerá como máximo un 2 por ciento este año.

Pese al reducido incremento de la economía española en el primer semestre del año, duplicó al de la media de la CE en ese mismo período, que se situó ligeramente por debajo del 1 por ciento.

El informe del Banco de España pne de manifiesto que la evolución de la economía en nuestro país fue más positiva en el primer trimestre del año que en el segundo. Según la entidad emisora, los datos económicos del segundo semestre "pusieron en evidencia la fragilidad en la que se asentaba la actividad de la economía, reduciéndose apreciablemente sus previsiones de crecimiento a medio plazo".

Los expertos de la entidad explican que la desaceleración del crecimiento del PIB en el primer semestre vino motivada por el descenso de la acividad en el sector de la construcción, "que ha entrado en una fase de clara recesión", y en el sector servicios, mientras que la evolución de la industria ha sido más positiva que en 1991, sobre todo en el primer trimestre.

Hasta mayo, la producción industrial creció un 0,4 por ciento, después de casi dos años de caídas ininterrumpidas. Sin embargo, el Banco de España considera que la recuperación de la producción industrial "no parece consolidada".

DEMANDA NACIONAL

En cuanto a la demanda nacinal, creció algo por debajo del 3 por ciento en el primer semestre del año. Tanto las exportaciones de bienes y servicios como las importaciones continuaron mostrando una gran fortaleza, pero el ritmo de crecimiento sufrió una desaceleración importante.

El consumo privado mostró una "incipiente debilidad", con ritmos de crecimiento intertrimestrales del 3 por ciento, frente a la fortaleza que mantuvo el consumo público. El Banco de España prevé que el consumo privado aumente en 1992 algo menos del 3 pr ciento.

La inversión en bienes de equipo en el segundo trimestre de este año quebró la ligera recuperación registrada a finales de 1991 y en el primer trimestre de 1992, mientras que los gastos en construcción "no permiten esperar, por el momento, un cambio significativo de la senda de continuada desaceleración que sigue este agregado", según la entidad emisora.

El informe destaca la debilidad financiera de las empresas, agudizada por los elevados aumentos de costes salariales y financieros, loque, en un contexto de debilidad de la demanda, "debe estar limitando considerablemente la posibilidad de financiar aquellos planes de inversión que muestren una rentabilidad adecuada".

Dentro del comercio de servicios, el Banco de España destaca el buen comportamiento de los ingresos por turismo, que registraron un incremento nominal del 17,3 por ciento en el primer semestre respecto al mismo período del año pasado, "continuando la recuperación del sector iniciada en los últimos meses de 1991".

l informe resalta también el "intenso deterioro" del empleo en el primer semestre del año, frente al cual "las tensiones salariales no muestran signos apreciables de debilitamiento".

Los responsables del Banco de España explican que, aunque las subidas salariales pactadas en convenio en 1992 se han moderado ligeramente respecto a 1991, no ocurre lo mismo con el salario por persona, ya que los deslizamientos salariales, que tuvieron un efecto moderador sobre las ganancias en el período de fuerte expansón del empleo, han venido actuando en sentido contrario en la fase de desaceleración y posterior pérdida de empleos.

ALEJADOS DE MAASTRICHT

En cuanto a la evolución del IPC en el primer semestre de 1992, que creció un 2,8 por ciento, el Banco de España considera que la diferencia en tasas de inflación con otros países de la CE "aparece alejada en estos momentos de los requisitos acordados en Maastricht".

Así, mientras la media de inflación de los tres países con menor crecimiento del IPC de la E (Francia, Bélgica y Dinamarca) fue del 2,7 por ciento en el período que abarca desde abril de 1991 a mayo de 1992, en España esa tasa se situó en el 6,1 por ciento.

Al negativo comportamiento del crecimiento económico, el IPC, los salarios, el empleo y el paro en los primeros meses del año, se ha sumado, según el Banco de España, el mantenimiento de los principales desajustes presupuestarios estructurales que impulsan el crecimiento del gasto público y los efectos sobre los ingresos fiscales de las edidas adoptadas por el Gobierno a principios de año.

Ello ha motivado un "significativo" crecimiento del "ya abultado déficit público". El Banco de España califica de "insuficiente" la desaceleración experimentada por el gasto público, que sigue creciendo a tasas más elevadas que los ingresos, con lo que el desequilibrio presupuestario "se ha acentuado".

En cuanto a la ejecución del Presupuesto del Estado en el primer semestre del año, se ha saldado con un crecimiento del 41,6 por ciento en sus ecesidades de financiación netas, como consecuencia del fuerte ritmo de aumento de los pagos (12,1 por ciento) y el débil incremento de los ingresos no financieros (5 por ciento).

(SERVIMEDIA)
19 Ago 1992
NLV