(NOTICIA EMBARGADA HASTA EL 3 DE OCTUBRE) ========================================
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España incrementará la cuota que aporta al Fondo Monetario Internacional (FMI) de 185.000 a 276.000 millones de pesetas, en vrtud del acuerdo que este organismo ratificará el próximo 9 de octubre en su reunión de Bangkok (Thailandia).
Las nuevas aportaciones al FMI por parte de sus 155 países miembros elevarán los ingresos de 12,6 a 18,9 billones de pesetas, con el fin de poder hacer frente a sus programas de ayuda a economías en crisis.
El nuevo reparto de cuotas tiene una importancia que trasciende la puramente económica, ya que servirá para establecer la capacidad de voto de cada país, y hará que Japón pase del quino al segundo puesto, igualado con Alemania. El primero es Estados Unidos y el tercer lugar lo ocupan, también igualdos, Francia y el Reino Unido. El poder de voto de España pasará del 1,38 al 1,41 por cien.
El tema estrella de la reunión de Bangkok será las ayudas a otorgar a los países del Este en su tránsito hacia la economía de mercado, una vez que Checoslovaquia y Bulgaria ya han ingresado en el organismo y después de que la URSS lo solicitase el pasado mes de julio. El FMI condiciona la entrada d la URSS a que establezca la convertibilidad del rublo.
Por otra parte, el informe sobre la economía mundial que será aprobado por el FMI en Bangkok pone de manifiesto que la caída del crecimiento económico mundial en 1990 afectó mucho más a los países en desarrollo que a los desarrollados.
El crecimiento de los primeros cayó del 3,3 en 1989 al 2,1 por cien en 1990, mientras que el de los segundos se redujo del 3,1 al 0,6 por cien.
No obstante, la situación entre los países pobres presenta gandes disparidades, ya que la producción creció un 5,3 por cien Asia, sólo un 1,9 en Africa y disminuyó un 1,5 por cien en Oriente Medio y un 3,8 por cien entre los países del Este de Europa y la URSS.
Entre los países más ricos, Japón presentó la mejor ejecutoria, con un crecimiento de su PIB del 5,6 por cien, 1,1 puntos más que Alemania y muy por encima de Estados Unidos, cuya producción aumentó sólo un 1 por cien, frente al 2,5 por cien de 1989.
La ralentización del crecimiento económico afect también al comercio mundial, que creció un 3,9 por cien (frente a un 7,1 en 1989) y a la inflación, que aumentó un 4,9 por cien en los países industrializados y un 90,5 por cien en los no desarrollados.
DEUDA EXTERNA
El efecto de esta evolución fue especialmente dura sobre los países pobres no productores de petróleo, ya que el precio de las materias primas cayó un 7,9 por cien en los mercados internacionales, lo que afectó a su capacidad para hacer frente a sus deudas.
Ese es uno de los factoes por los que el endeudamiento externo de los paises en desarrollo aumentó un 6 por ciento hasta alcanzar 1.306.000 millones de dólares (aproximadamente 136 billones de pesetas).
La estrategia del FMI ante este problema no cambiará y seguirá basándose en el condicionamiento de las ayudas a programas de saneamiento que favorezcan un crecimiento sostenido y, con él, de las exportaciones con que pagar la deuda.
Por otra parte, nueve miembros del Fondo se encuentran en una situación de morosidad en l pago de sus cuotas, al haberlas aplazado por más de seis meses. El importe en mora asciende a 4.592 millones de dólares (casi medio billón de pesetas).
Los morosos son Camboya, Liberia, Panamá, Perú, Sierra LÑeona, Sudán, Vietnam y Zambia. En su reunión de Bangkok, el FMI adoptará una resolución que establece la suspensión del derecho de voto a los países que no cumplan con estas obligaciones.
Finalmente, los expertos del Fondo prevén que la recesión iniciada en 1990 tendrá una duración relativmente corta. No obstante, consideran que no puede asegurarse una recuperación rápida, habida cuenta de que persiste la fragilidad de algunos sistemas financieros, se ha desacelerado el crecimiento económico en Europa y subsisten las incertidumbres aparejadas al proceso de transición de los países del Este hacia economías de mercado.
Por lo que se refiere a las perspectivas de los países pobres, son "menos favorables de lo previsto", en especial para Africa. Su situación se ve afectada por la disminucin del crecimiento de los países industriales y el descenso de las materias primas.
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(SERVIMEDIA)
02 Oct 1991
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