El estudio, presentado por el presidente de Cajamadrid, Jaime Terceiro, destaca que hay indicios claros de que se producirá una recuperación de la formación bruta del capital en el segundo semestre de este año. Este crecimiento se trasladará también a 1995, aunque para este añ se prevé que la contribución del sector exterior al PIB será insignificante.

Según el informe, la recuperación afectará a los dos componentes de la formación bruta del capital, bienes de equipo y construcción, pero con más intensidad a la inversión en equipos, que según las previsiones crecerá casi un 7 por ciento el próximo año.

Sin embargo, el consumo privado no termina de recuperarse, fundamentalmente por desconfianza sobre la marcha de la economía. El estudio recuerda que los indicadores de asto hasta el mes de mayo mostraban aún un perfil deprimido, excepción hecha de las ventas de automóviles, aunque éstas reflejan ventas a otros agentes distintos de las familias, aparte del efecto temporal de las medidas del Gobierno para estimular la renovación del parque automovilístico.

No obstante, se espera que el consumo registre tasas positivas de crecimiento en el segundo semestre del año, para crecer cerca de un un 2 por ciento en 1995. El informe matiza que si se produjera una reducción de l tasa de ahorrro de las familias, que cayó al comienzo de la crisis, el crecimiento del consumo sería mayor, lo que tendría como consecuencia un mayor crecimiento del PIB el próximo año y, probablemente, una contribución negativa del sector exterior.

EL EMPLEO NO CRECERA EN 1994

Otras de las conclusiones del informe Icae es que no se espera que se cree empleo en 1994, pues el número de puestos de trabajo que cree el sector servicios será insuficiente para compensar la destrucción de puestos de trabao que aún se producirá en la industria, en la construcción y en la agricultura.

Sin embargo, las perspectivas son diferentes para 1995, año en el que se espera una creación neta de empleo de, al menos, unas 120.000 personas en los sectores no agrícolas. El estudio pone de manifiesto que pese a la timidez de la reforma del mercado de trabajo, los elementos positivos de la misma harán que se cree empleo aún creciendo por debajo del 3 por ciento.

En cuanto a la tasa de inflación, se prevé que será lgeramente superior a la registrada en 1993, pero con un perfíl temporal diferente, de forma que acabará el año con una tasa interanuel claramente inferior a la media (4,3 por ciento frente a 4,8). Además, se espera una desaceleración adicional a lo largo de 1995, cuya intensidad dependerá del grado de recuperación del consumo privado y de la reacción de los márgenes a una situación de demanda más alegre.

Asimismo, destaca que el desequilibrio exterior se está corrigiendo en 1994, por lo que se prevé u déficit por cuenta corriente muy pequeño, sin que se pueda excluir que se cierre el año con un superavit. No obstante, todo dependerá de la evolución del saldo de rentas de capital, el componente de la balanza por cuenta corriente más difícil de predecir.

5,7% DE DEFICIT PUBLICO

El informe asegura que el déficit público va a ser inferior, en términos de su relación con el PIB, que el registrado el año pasado, pero superior al presupuestado, pese a que los ingresos fiscales están creciendo más depria que las previsiones presupuestarias.

Además, destaca que a final de año los gastos de la Administración central crecerán alrededor de un 5 por ciento respecto a los registrado el año anterior, frente a un crecimiento insignificante previsto en los presupuesto. Por ello, el estudio prevé que el déficit se situará en el 5,7 por ciento, frente al 5,2 por ciento presupuestado.

Finalmente, destaca que los tipos a corto se mantendrán en los actuales niveles, ya que no se prevén nuevas reducciones deltipo de intervención del Banco de España. Además, tampoco prevé que en los próximos nueve meses la autoridad monetaria decidiera empezar a elevar sus tipos básicos.