"La exageración permanente y las simplificaciones burdas contribuyen poco a recuperar un esquema de representación en el que los ciudadanos puedan sentirse cómodos", subrayó Pons.

El presidente de la Cámara Baja pronunció una confrencia en el Club Siglo XXI, bajo el título "Parlamento y sociedad en la España de los 90", en la que criticó a quienes pretenden sacar partido del "actual momento de reflujo antiparlamentario y antipolítico".

En su opinión, resulta injustificado hablar de "anulación de la vida parlamentaria" o "degeneración de nuestra vida política nacional", apelando además al buen funcionamiento de otros sistemas democráticos europeos.

Pons dijo que resulta fácil lanzar mensajes sobre la inoperancia de las insituciones o la inutilidad del Parlamento. "Aun suponiendo la buena fe de quienes lo hacen desde las propias instituciones y desde el propio Parlamento", afirmó, "creo imprescindible llamar la atención sobre un hecho que me parece indiscutible: esos mensajes se unen a los que proceden de fuera del sistema, los refuerzan y amplifican".

DEFICIENTE AGREGACION

Consideró que los problemas que pueden detectarse en el sistema político español no son ni más ni menos graves que los que pueden hallarse en otra democracias europeas.

"Me atrevería a decir con absoluta seguridad que nuestra democracia funciona mejor que la de bastantes países europeos, incluso que la de algunos países comunitarios de honda raigambre democrática", recalcó.

Durante su discurso, el presidente del Congreso se mostró crítico con la relación que mantienen actualmente los partidos con las instituciones y la sociedad.

Las formaciones políticas, aseveró, "siguen aferradas en gran medida a sus referencias tradicionales e histricas. Están realizando una deficiente agregación de los problemas y de los intereses sociales".

Pons mantuvo que, en lugar de aferrarse "a viejas ideas con espíritu nostálgico o reverencial", los partidos deben renovarse y admitir que el vínculo con sus seguidores "debe ser menos absoluto y más crítico".