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MADRID
SERVIMEDIA

El ministro de Cultura, Jordi Solé Tura, aseguró hoy, en declaraciones al programa "Comedor de invitados" de Radio Nacional de España (RNE),que "me gustaría que continuase el ministerio y, si yo continuase en el cargo, mejor que mejor".

Con estas palabras expresaba su confianza en la necesidad de que siga existiendo el departamento que él dirige, frente a las recientes críticas de determinados sectores que opinan que las funciones de este ministerio deben transferirse plenamente a otros organismos, tanto privados como autonómicos.

"El Ministerio de Cultura tiene mucho que hacer en el futuro, sobre todo en una España que está cambiand tanto, incluso institucionalmente, como es el caso de las autonomías", señaló Solé Tura, quien añadió que "tenemos una proyección exterior que en este momento no estamos aprovechando bien".

La situación actual de nuestro país a los ojos de los demás es muy positiva, en opinión del ministro, que considera que "tanto a nivel comunitario como sobre todo a nivel americano, la cultura tiene que ser un factor fundamental de nuestra proyección, y quiero que mi ministerio sea protagonista de eso".

Como otón de muestra, señaló el germen de una Conferencia Iberoamericana de Cultura, que ya está prácticamente en marcha, como "un buen paso", porque de los resultados de las cumbres iberoamericanas celebradas hasta ahora se concluye que la cultura es uno de los terrenos en los que más se puede avanzar.

En cuanto a su propio cargo, Solé Tura manifestó que sólo le produciría satisfacción seguir al frente del ministerio, pero matizó que "no por apetencia de continuar en el cargo, sino porque creo que queda mcho por hacer, y me disgustaría tener que dejarlo a la mitad".

Durante el coloquio expresó su opinión acerca de la polémica sobre si el príncipe Felipe debe o no casarse con una persona de sangre real, y afirmó que "lo más sensato es que, cuando le llegue la hora de casarse, lo haga con la mujer que le guste, con la que ame, y eso es lo importante".

Argumentó que no existe ninguna patente que garantice que por ser de sangre real una mujer sea más adecuada que otra para casarse con el príncipe y sr reina más tarde, y rechazó los temores de que se produzcan problemas como los que tiene ahora la Corona británica, "porque son distintos a los que tenemos nosotros".

(SERVIMEDIA)
22 Ene 1993
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