La elaboración del documento ha sido coordinada por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega y recoge amplias definiciones sobre el papel de las empresas y las instituciones públicas en esta materia.

También subraya que la responsabilidad social empieza desde los hogares, y presta especial atención al papel del estado como propietario de empresas, inversor, gestor de pensiones, comprador de productos y servicios y modelo para empresas privadas e inversores.

En él se han tenido en cuenta los principios de los principales tratados internacionales en materia de cambio climático, medioambiente, biodiversidad, derechos humanos, comercio y corrupción

A través del libro blanco, Noruega se compromete a apoyar de forma continuada y a promover su uso por parte de las empresas de los principios del Pacto Global de la ONU de Global Reporting Initiative y las Directrices la OCDE para multinacionales, y reclama que se refuerce la normativa sobre derechos humanos, medioambiente y cambio climático de estas últimas.

El documento detalla las responsabilidades de las empresas en materia de derechos humanos, igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, y en sus operaciones en estados frágiles, zonas de conflicto y ecosistemas vulnerables, y les recomienda que adopten medidas para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas.

El libro blanco no requiere informes sobre actividades no financieras a las empresas, pero el gobierno noruego está estudiando enmendar la legislación del país sobre este asunto, con el fin de mejorar el comportamiento empresarial en este ámbito.