La Fundación para la Diversidad Agrícola está realizando un estudio de viabilidad de este proyecto, que pretende congelar las semillas de 2 millones de plantas de cultivo, para preservarlas y poder restablecer la agricultura en caso de que se produjera un desastre mundial de grandes magnitudes, según informa el diario "The Guardian".

De momento no se ha precisado cual sería la sede de esta "Arca de Noé", pero podría situarse cerca de la localidad de Longyearbyen, ya en el Círculo Polar Ártico. Se trataría de una cúpula de 25 metros cuadrados y 15 de altura, excavada en la roca de una montaña.

El coste de este proyecto podría ascender a 2,47 millones de euros y la propiedad de las instalaciones correspondería al Gobierno de Noruega, aunque las semillas protegidas serían patrimonio de toda la humanidad. "Serían nuestro regalo al mundo", indicó Cary Fowler, responsable del proyecto.

Las semillas se congelarían entre 10 y 20 grados centígrados bajo cero, y si el sistema de congelación fallara, un dispositivo de refrigeración de emergencia las mantendría a una temperatura de cuatro grados centígrados bajo cero, lo que permitiría salvar la mayoría de ellas.

Según datos de la ONU, un 75% de la diversidad genética de las cosechas agrícolas se ha perdido. En Estados Unidos, por ejemplo, existían 7.100 variedades de manzana en el siglo XIX, de las cuales 6.800 no existen en la actualidad.