Con ese fin, cementerios estadounidenses sirven deescenario para la celebración de bodas, conciertos y carnavales, así como para ofrecer lugares de esparcimiento y ocio en los que puede practicarse el "footing" y organizar un picnic.

En Washington, el cementerio próximo a Capitol Hill se ha convertido en un lugar de paseo, especialmente para los propietarios de perros, que hallan en este lugar el único espacio público de la ciudad en el que los canes pueden andar sin correa.

Abogados, periodistas, asesores de congresistas y otros residentes cercnos al lugar se reunen en el cementerio para tomar un café y charlar mientras sus perros corretean alrededor de las tumbas. Son miembros de un club de amigos de los perros que contribuye a pagar el mantenimiento del cementerio, de 191 años de antigüedad.

Entre las causas del "revival" de los cementerios hay que destacar que las ciudades norteamericanas están cada vez más congestionadas y que las empresas que dirigen algunos camposantos desean atraer visitantes para conseguir ingresos atípicos.