El mismo portavoz aseguró que, el pasado fin de semana, llegaron a concentrarse hasta 10.000 aves, según algunas estimaciones, aunque no llegaron a provocar ningún incidente aéreo.

Los pájaros eran en su mayoría chorlitos, pájaros del tamaño de una perdiz conocidos popularmente en Asturias como "tordopollos", que hicieron trabajar a los bomberos del aeropuerto para espantarlos e impedir qu entraran en las pistas. Para aullentarlos, se emplearon detenonantes y altavoces.

Al parecer, las aves huían del intenso frío reinante en los países del Norte de Europa, donde se están registrando temperaturas de hasta 30 grados bajo cero.

El portavoz hizo hincapié en que las bandadas de pájaros ya han abandonado la zona del aeropuerto y que "no existe ningún problema para viajar en avión a Asturias".