EL NOBEL DE ECONOMIA GARY BECKER AFIRMA EN MADRID QUE LOS GOBIERNOS NO DEBEN TENER NINGUNA EMPRESA

MADRID
SERVIMEDIA

El último remio Nobel de Economía, el norteamericano Gary Becker, manifestó hoy en Madrid que los Gobiernos no deberían gestionar ninguna empresa "porque no pueden hacerlo mejor que el sector privado".

En una rueda de prensa realizada con motivo de su visita a España, Becker defendió la conveniencia de que los Estados vendan sus empresas porque, si están en el sector público, no pueden ser bien gestionadas, aunque los directivos sean competentes, como consecuencia de las presiones políticas a que están sometido.

A su juicio, el principal obstáculo para llevar adelante procesos de privatización reside en que es necesario despedir trabajadores, porque las empresas públicas cuenta siempre con más personal que las privadas.

Becker desafió a los periodistas a mencionar un sólo país en que los Gobiernos intervengan poco en la economía y dijo que la actuación del Estado debería circunscribirse a cuestiones como la ayuda a los pobres y la protección del medio ambiente.

Respecto a las perspectivas económics a corto plazo, aseguró que Estados Unidos inició su recuperación hace seis meses y que la reactivación se notará más intensamente a lo largo de 1993, beneficiando a Europa por el aumento de las importaciones.

No obstante, advirtió que este crecimiento de las compras en el exterior puede verse paliado por el mayor proteccionismo de la Administración Clinton, que consideró un error perjudicial para los propios Estados Unidos.

A su juicio, el Gobierno estadounidense cometio un error al aplicar saniones "antidumping" a las siderúrgicas europeas. Para Becker, las empresas extranjeras deberían ser autorizadas a vender al precio que quieran, ya que redundará en beneficios para los consumidores y un mayor esfuerzo competitivo de las industrias nacionales.

MAS CRECIMIENTO EN LOS 90

Pese a los conflictos entre los grandes bloques comerciales, Becker auguró un mayor crecimiento de la economía mundial en los noventa que en los ochenta, por la mayor competitividad de la economía norteamericana y el sugimiento de potencias con futuro de las cenizas del comunismo, entre las que citó a Hungría, Checoslovaquia y Polonia.

También contribuirán a ello, en su opinión, los procesos de privatización de empresas y la determinación de la mayoría de los países desarrollados de reducir su intervención en la economía, cortando tanto el gasto público como los impuestos.

Respecto a esto último, Becker dijo que, en Estados Unidos, la reducción del gasto público debe afectar incluso a la sanidad y a las pensions, por entender que es injusto que toda la población tenga que financiar estas prestaciones incluso a las clases altas.

Becker tuvo unas duras palabras de crítica hacia Galbraith, a quien descalificó como economista afirmando que prefiere los sistemas colectivistas a los de libre mercado. Según Becker, hace unos años, tras volver de un viaje a China y la URSS, "nos contó lo bien que marchaba la economía en esos países".

Agregó que él cree firmemente que el mejor sistema para todos los países es e libre mercado, en economía, y la democracia, en política, y que, a largo plazo, es imposible tener una de las dos cosas sin la otra.

A su juicio, este es el ejemplo que tienen que seguir los países de Africa y Latinoamérica, de los que dijo que deben sus problemas económicos a sus propios errores, basadas en la centralización del poder y la economía, y no a la explotación ajena.

(SERVIMEDIA)
04 Feb 1993
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