"No se puede ser competitivo en todo" -------------------------------------

MADRID
SERVIMEDIA

El secretario general de UGT, Nicolás Redondo, acusó hoy al Gobierno de proponer el pacto de competitividad para que los sindicatos le ayudasen a "tapar sus errores del pasado y legitimar las medidas del futuro".

En una circular remitida a tods los responsables de la organización, Redondo asegura que el Gobierno quería corresponsabilizar a los sindicatos del recorte presupuestario y de los negativos efectos de la política de "enfriamiento" económico.

A su juicio, "después de nueve años de gobierno con mayoría absoluta, no es posible transferir las responsabilidades a terceros ni intentar confundir acerca de qué y de quién depende la política económica".

Otra razón apuntada por Redondo para rechazar el pacto es el "inseparable tándem qe formaron entre la patronal y el Gobierno para oponerse a los planteamientos sindicales", disimulado a veces mediante un reparto de papeles, "pero generalmente traducida en la utilización del mismo lenguaje".

Ese tándem se tradujo, según Redondo, en la oposición conjunta a la canalización de beneficios a través de fondos de inversión creados por ley y a la supresión del contrato temporal de fomento del empleo.

PERSPECTIVAS INMEDIATAS

Redondo se refiere también a las perspectivas inmediatas de a acción sindical y asegura que no van a responder al fracaso del pacto "con una radicalización y crispación social", siempre que el Ejecutivo evite medidas de agresión a conquistas sociales, como la sanidad pública.

Subraya asimismo que los sindicatos tomarán la Iniciativa Sindical de Progreso (ISP) como base de negociación en todas las instancias donde tienen representación, y harán especial hincapié en la necesidad de una política industrial más intervencionista.

En su opinión, la falta de poltica industrial ha facilitado la "venta masiva de empresas" al capital extranjero, por la decisión del Gobierno de "dejar actuar al mercado y cruzarse de brazos ante el deterioro de un sector vital de la economía".

A este respecto, Redondo señala que es preciso apostar por los sectores en los que España tiene posibilidades, porque "nadie con sentido común puede pensar que nuestro país pueda ser competitivo en todo".

En consecuencia, considera urgente abrir mesas sectoriales de negociación para setores o empresas concretas, política que el Gobierno piensa que choca con las exigencias liberalizadoras de la CE.

Finalmente, Redondo señala que "la obsesión del Gobierno por culpabilizar a los sindicatos no sólo no va a solucionar ninguno de los problemas, sino que puede enrarecer el clima social".

"De igual manera", añade, "el catastrofismo y la inmoderación de las declaraciones del ministro de Economía (como también le sucedió tras las elecciones generales de 1989 y la política de enfriamient) pueden ser mucho más perjudiciales para la actividad económica y el empleo que la falta de acuerdo".

(SERVIMEDIA)
27 Jul 1991
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