NO SE HA ENCONTRADO TOXINA BOTULIMICA EN LAS CONSERVAS SUSCEPTIBLES DE HABER CAUSADO LA INTOXICACION

MADRID
SERVIMEDIA

El Ayuntamiento de Madrid informó que no se ha encontrado existencia de toxina botulímica en el análisis de conservas de judías y alcachofas pertenecientes a los lotes y marcas que figuraban en alerta alimentaria, a raiz del caso de botulismo que se detectó reientemente en Coslada.

Por lo tanto las conclusiones derivadas de los análisis llevados a cabo en el laboratorio municipal fueron negativas. Además en el caso de las alcachofas se ha comprobado que su Ph tiene un grado de acidez que impide el desarrollo de toxinas causantes de botulismo.

Por todo ello se deduce, según el Ayuntamiento que la esterilización en los lotes muestreados es adecuada y no presenta ningún tipo de deficiencia o alteración.

Para el concejal de Sanidad, Simón Viñals, losresultados obtenidos por los análisis reflejan que las conservas analizadas hasta el momento son aptas para el consumo, sin embargo "aunque se sigan analizando conservas en el Laboratorio Municipal, es vital la participación del consumidor a la hora de evitar riesgos".

Los servicios municipales de Sanidad y Consumo informaron que realizaron una serie de actuaciones a instancias de la Comunidad de Madrid, con la que trabajaron de forma coordinada desde la notificación de alerta alimentaria el 24 de agoto.

El Ayuntamiento contribuyó, como medida precautoria, a la inmovilización de las conservas susceptibles de haber causado la intoxicación alimentaria y el Laboratorio Municipal de Higiene realizó las correspondientes pruebas analíticas de un muestreo representativo de estas conservas.

Además, el análisis se realizó en otros lotes que no figuraban en alerta alimentaria recogidos por los servicios de Inspección del Ayuntamiento.

En uno y otro caso se investigó la posible existencia de toxinabotulímica mediante pruebas analíticas, biológicas, análisis físico-químicos y microbiológicos. En cuanto a las alcachofas se procedió a determinar el Ph en el líquido de cobertura.

Todas estas pruebas permiten conocer las características organolépticas de las conservas, su turbidez, calibre, tolerancia de calidad, número de gérmenes patógenos e idoneidad de los envases y etiquetado, entre otras.

Asimismo el Ayuntamiento hizo una serie de recomendaciones para evitar toxiinfecciones alimentarias yaconsejó que si los consumidores sospechan de una enfermedad que se achaque a los alimentos lo pongan en conocimiento a la mayor brevedad, de la autoridad sanitaria.

Puede dirigirse a la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) o a la Consejería de Salud situada en la calle O'Donell número 52, teléfono 580 70 85.

(SERVIMEDIA)
02 Sep 1992
S