Según informaron a Servimedia los responsables del proyecto, para realizar esas comidas especiales destinadas a los pequeños, han tenido en cuenta la calidad de los productos alimnticios y el valor nutricional de cada uno de ellos.

En los meses previos a la elaboración del menú, los técnicos de la empresa realizaron una encuesta entre los niños, "que tanto aprecian la comida que les gusta y que, por el contrario, suelen plantear muchos problemas para aceptar los platos pensados para los mayores", explicaron más adelante.

Con los resultados de aquellos sondeos, los cocineros pudieron definir qué alimentos son los que gustan más a los niños, cuándo les apetece tomarlos y, aimismo, cómo deben ir presentados.

Gastrónomos y encargados de las cocinas de la red de paradores asistirán al acontecimientos programado en el Parador de Chinchón para valorar, "en directo", las reacciones de los pequeños que acudan a la convocatoria y que, al final, emitirán su veredicto sobre la degustación del menú.

Si la idea tiene aceptación, en adelante los padres podrán elegir para ellos un menú I y para sus hijos un menú II, cuya característica principal será que responde a los gustos inantiles.

PROGRAMA DE MEJORAS

La iniciativa forma parte del programa de mejoras de la red de los paradores nacionales, compuesta en la actualidad por 86 establecimientos repartidos por toda la geografía nacional.

Según datos que facilitó Ignacio Fuejo, presidente de la Sociedad de Paradores Nacionales y principal responsable de esta red de establecimientos hoteleros de calidad que pertenecen al Estado, las inversiones en el capítulo de mejoras sumaron un total de 17.000 millones de pesetas, en e periodo comprendido entre 1983 y 1990.

También informó que, en 1990, los resultados de paradores se concretaron en unos beneficios de 569,6 millones de pesetas, lo que representó un 52,4 por ciento menos que en la temporada de 1989.

La principal explicación de esa merma fue, en opinión del propio Fuejo, el referido esfuerzo inversor, ya que el descenso fue a pesar de que los precios de las estancias fueron incrementados en un 9,5 por ciento y en un 12,1 por ciento los de los cubiertos.

La fcturación total de los paradores nacionales en 1990 sumó 18.067 millones de pesetas, de los que destinaron una parte considerable al referido plan de mejora de las instalaciones y servicios de la red.

Según Fuejo, el programa prevé unas inversiones globales que superan los 25.000 millones de pesetasm, de los que faltan más de 8.000 millones por desembolsar antes de finales de 1994, fecha de conclusión del plan.