El trabajo, premiado con 35.000 euros, estudia cómo afrontan los niños un ingreso hospitalario y analiza cuáles son los elementos más importantes para favorecer un desarrollo integral adecuado, que tenga en cuenta, además de lo sanitario, lo que a educación y juego se refiere.

A juicio de los investigadores, los pequeños no sólo requieren atenciones físicas, sino también relacionales, educativas y lúdicas, lo que significa que el juego, la ocupación del tiempo y el entorno constituyen elementos de calidad asistencial que pueden mejorar la experiencia de los niños durante su estancia hospitalaria y favorecer su desarrollo psicosocial.

Según el estudio, los centros analizados responden a una concepción del hospital que se centra en el tratamiento de la enfermedad, con una relevancia muy significativa de la tecnología médica y de los aspectos de control biosanitario, pero en la que lo referido a la comodidad de los pacientes y sus familias queda en un segundo lugar.

Para cambiar esta situación, los investigadores proponen mejoras en el mobiliario de las habitaciones, con sillas y mesas de tamaño infantil, sistemas musicales, pijamas y uniformes del personal sanitario infantiles, etc.

En cuanto a la ocupación del tiempo y el juego, consideran necesaria la existencia de aulas hospitalarias en todos los centros de hospitalización infantil, cuya actividad no se restrinja al curso escolar ni se cierre durante el periodo vacacional.

Además, sugieren la instalación de ludotecas hospitalarias, al considerar que favorecerían el desarrollo psicosocial del niño y no supondrían una gran inversión, puesto que podrían rentabilizar las actuales salas de juego y juguetes que existen en casi todos los hospitales estudiados.