Caldera visitó hoy el Centro Español de Moscú, donde anunció a un centenar de los 237 "niños de la guerra" que viven en Rusia, la buena nueva. La noticia fue recibida por estos "niños", el menor de ellos tiene 74 años, con aplausos y lágrimas.

Su vida va a cambiar sustancialmente. En la actualidad perciben unos 100 euros al mes de la pensión rusa y otros tantos de la española. Desde marzo recibirán cada trimestre 1.500 euros de España, con lo que sus ingresos mensuales quedarán por encima de los 400 euros, suficientes para vivir dignamente en este país.

Con un "queridos españoles" inició el ministro su discurso, interrumpido en varias ocasiones por aplausos. Caldera, en nombre del Gobierno y de todo el arco parlamentario, que apoya unánimemente esta medida, destacó que estos pensionistas tendrán desde marzo "los mismos derechos sociales y la misma protección" de quienes viven en España.

"El frío de Moscú contrasta con el calor que se siente aquí", dijo Caldera, quien añadió que "nos asombra el amor que le seguís teniendo a España", país que abandonaron entre 1937 y 1938 con la esperanza de volver en meses pero sin poder hacerlo en años.

"En vuestros corazones no hay amargura ni resentimiento", continuó el ministro, quien recordó que 70 "niños de la guerra" españoles murieron en la antigua URSS en combate en la Segunda Guerra Mundial y 200 más en la retaguardia por sus "penosas" condiciones de vida.

ASCENSOR

"La subida de las pensiones es un esfuerzo enorme que os merecéis. No es una ayuda de caridad, sino el reconocimiento de un derecho que tenéis por razones de justicia". Ahora ya no cobrarán como inmigrantes, sino "como españoles de pleno derecho, que lo sois".

El Centro Español se ubica en la segunda planta de un viejo edificio moscovita que no tiene ascensor pero que contará con él pronto, gracias a una partida presupuestaria del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Ya hay licencia, y sólo falta iniciar las obras para que muchos "niños" a los que hoy les es imposible subir las escaleras para llegar al Centro Español puedan hacerlo.

Por la intervención del ministro, el presidente del Centro Español en Moscú, Francisco Mansilla, agradeció la "ayuda permanente" que llega de España. "Nuestra patria nunca nos dejará solos", sentenció. La bandera rojo y gualda y el retrato de los Reyes de España presidían la escena.

PEINETAS, VOLANTES Y CASTAÑUELAS

Concluidos los discursos, llegó el momento de que las peinetas, los volantes y las castañuelas tomaran protagonismo. Tres hijas de "niños de la guerra", nacidas en Rusia, bailaron sevillanas, haciendo brotar las lágrimas de los exiliados y emocionando a la delegación procedente de España.

La algarabía no cesó. Entre cánticos, Josefina, una "niña de la guerra" de 81 años, nacida en Santander, contestó el coro por tres veces. Animada, se levantó y entregó al ministro una edición en ruso de "El Quijote".