El presidente del Consejo catalán, Fransec Codina, fue el encargado de presentar el informe, acopañado por Victoria Camps, vicepresidenta del Consejo y coordinadora del trabajo, que incide en la necesidad de conseguir que los valores de la industria y del mercado audiovisual no contradigan los valores del civismo y de la sociedad democrática.

Según Codina, este Libro Blanco nace de la necesidad de ayudar a proteger a los menores del tipo que televisión que se está ofreciendo en estos momentos. "Trata de ser una fotografía de la realidad con propuestas para intentar mejorarla", señaló.

En suintervención Victoria Camps, catedrática de Ética, destacó "las dos caras" que tiene la televisión, una positiva, como medio de entretenimiento y descanso, y una negativa, como medio en el que se ofrecen toda una serie de contenidos de riesgo, fundamentalmente para los menores.

LOS "DEFECTOS" DE LA TV

De esos "defectos" o desviaciones básicas detectadas en el informe, Camps señaló la excesiva presencia de violencia, el sexo a deshora o el deterioro del lenguaje, tanto por la corrección lingüística cmo por las formas poco respetuosas que se emplean.

Estos "defectos" llegan a la infancia en grandes dosis, ya que los menores son grandes consumidores de televisión. Según el estudio, los niños no sólo ven demasiada televisión sino que además la ven en horas a las que deberían estar durmiendo. De hecho, se observa que las franjas de mayor consumo entre niños son las denominadas de "prime time", es decir, las que transcurren entre las nueve y las doce de la noche.

A esta situación se une la poca pogramación infantil que ofrece la televisión en la actualidad, que ha ido disminuyendo con el tiempo. Así, en la temporada 1999-2000 las cadenas generalistas sólo destinaron el 10,3% a programación para niños. Para 2001-2002 este porcentaje bajó hasta el 7,3%.

Los más de 100 especialistas que han participado en la elaboración de este Libro Blanco han coincidido en subrayar que la responsabilidad última de lo que ven los niños es de los padres.

Frente a esta afirmación, Camps añadió que a las famiias hay que ayudarlas y que el reto está en hacer corresponsables a todos los agentes implicados: la industria, los operadores, las administraciones, los educadores y las familias. "Esa corresponsabilidad compartida es el mensaje fundamental del libro", aseveró.

Para que esto sea una realidad, el Consejo Audiovisual de Cataluña abogó por la creación de un Consejo Audiovisual de ámbito estatal. "Es absolutamente necesario, imprescindible y urgente" que se cree un consejo estatal, que existe en todos lo países de Europa, aseveró Codina. En este sentido, instó a los partidos, que han incluido su creación en sus programas electorales, a que dicho consejo nazca "con las máximas atribuciones posibles".