Discapacidad
Un niño con TEA podría “perder la movilidad de su mano” por quemaduras sufridas en su colegio
- La escuela reconoce ser responsable del accidente en un momento de su aseo personal
- “El agua estaba a 60 grados centígrados”, según indicó la propia escuela

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Marc es un niño de 8 años con trastorno del espectro autista (TEA). Tiene dificultades para hablar “pero no para gritar”, asegura la abogada de la familia del menor, Mónica Santiago. El pequeño presenta quemaduras de segundo y tercer grado “y podría perder la movilidad y hasta las huellas dactilares" por una presunta negligencia de sus cuidadores en el colegio.
Sus padres, María del Mar Barco y Carles Aguilar, recibieron una llamada el 25 de enero de la Escuela de Educación Especial Taiga de Barcelona. “Les dicen que su hijo ha tenido un problema con el agua caliente y se le está cayendo la piel de la mano”, cuenta la letrada en una entrevista a Servimedia.
Los padres no eran capaces de entender nada de lo sucedido y acudieron rápidamente al centro escolar. Una ambulancia condujo al niño al servicio de urgencias del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, donde le vendaron la mano y regresaron con él a su domicilio.
Marc pasó una noche con fiebre, algo que por una simple quemadura "no es normal”, refiere Mónica Santiago . Por eso, decidieron regresar a urgencias y fue allí cuando, al retirarle el vendaje, descubrieron horrorizados el estado de la mano del niño “porque la primera vez, cuando lo recogieron de urgencias, ya estaba tapada la herida”, señala la letrada.
“El pequeño presenta quemaduras de segundo y hasta tercer grado en algunas partes de la mano”, relata. “Y lo más importante aquí es que la unidad de quemados emite directamente un parte judicial para que vaya al juzgado, que es el canal que se utiliza para casos de abusos sexuales o agresiones menores”.
El parte médico reza: "Los cuidadores refieren que el menor metió la mano debajo del grifo". Además, este informe recoge las contradicciones en las que incurrió la escuela. “Inicialmente dijeron que las lesiones podían ser a causa de una reacción de la medicación del alumno”, explica la letrada. También apuntaron que “fue el menor el que había puesto la mano debajo del grifo con agua caliente y al final eso también quedó descartado”.

25 DÍAS HOSPITALIZADO
Marc lleva 25 días ingresado en la unidad de quemados y se ha sometido a muchas intervenciones para extraerle piel de la espalda para los injertos” con el propósito de reconstruir la mano, explica la abogada. “Hay mucho miedo por parte de los médicos y podría perder la movilidad de la mano y hasta las huellas dactilares”. De hecho, este lunes el pequeño ha vuelto a pasar por quirófano.
María del Mar y Carles, sus padres, y el bufete de abogados que llevan este caso están a la espera de ver cómo evoluciona Marc, que tiene una discapacidad del 82% por autismo, así como nula capacidad de habla, “pero eso no quiere decir que no emita sonidos”, subraya Mónica Santiago.
Hace hincapié en este detalle porque desde la escuela han dado versiones distintas, pero sea como fuere “el niño tuvo que manifestar a gritos el dolor que sentía con esa quemadura”, dado que los cuidadores le lavaron las manos con agua a unos 60 grados centígrados.
La dirección de la escuela ha declinado hacer declaraciones a Servimedia. Tan sólo se ha manifestado a través de un comunicado que dice: “Lamentamos profundamente el accidente que sufrió nuestro alumno durante su aseo personal y que, debido a una subida de temperatura en el agua, le provocó quemaduras en la mano”. “El agua estaba a 60 grados centígrados”, según indica el centro, cuando la normativa fija que en centros escolares ésta no puede superar 38 grados en los lavabos.

Mientras la escuela asegura en el comunicado que "ha apoyado" a la familia del pequeño y que "está colaborando con las autoridades policiales y judiciales" para aclarar lo ocurrido, la abogada Mónica Santiago apunta lo contrario. “La escuela muestra un comportamiento para mí sorprendente desde el minuto cero” porque he solicitado información para poder entrar en ella, para que me pasen la titulación de los dos monitores y no tengo ninguna respuesta”. De momento, el colegio no ha apartado de forma cautelar a los monitores implicados.
El caso se encuentra en fase de investigación policial para pasar posteriormente al Juzgado de Instrucción número 32 de Barcelona. Aunque hay otra batalla que no es la judicial y que se está lidiando entre las cuatro paredes de la habitación de un hospital, donde el pequeño Marc lleva ya 25 días ingresado.
(SERVIMEDIA)
19 Feb 2024
AOA/pai