EL NIÑO QUE FUE LANZADO A LA CALLE POR LOS BOMBEROS MURIO ASFIXIADO, SEGUN LAS INVESTIGACIONES DE LA POLICIA

PAMPLONA
SERVIMEDIA

El niño Carlos Sagüés Merino, de 3 años, falleció asfixiado al inhalar monóxido de carbono, antes de que un bombero del parque de Pamplona arrojara por la ventana el armario en el que se había refugiado para huir del fuego.

Así lo señalan los resultados de las investigaciones que realiza la Brigada de Policía Judicial y l autopsia practicada hoy al cadáver del niño en el Instituto Anatómico Forense de la capital navarra.

La policía no ha encontrado todavía entre los escombros el mechero con el que presumiblemente el niño provocó el incendio que destrozó la vivienda del primer piso, en la que vivía junto a su madre y una hermana en el barrio de La Magdalena de Pamplona.

Según explicó hoy el director de Interior del Gobierno de Navarra, Alfredo José González, todas las hipótesis apuntan a que el niño, que se encontaba sólo en su habitación con una pierna escayolada, estaba jugando con el mechero y prendió un colchón cercano que originó el incendio.

A su juicio, la actuación de los bomberos que intervinieron en las labores de extinción del fuego fue "correcta" y en todo momento centraron su labor en la búsqueda del niño, puesto que su madre insistía en que se encontraba en el interior del domicilio.

"Como había una altura de escombros de aproximadamente 25 centímetros en todo el suelo de la habitación, pensron que el niño podía estar bajo los escombros, con lo cual decidieron limpiar los restos de los muebles que aún quedaban e ir quitándolos para buscar en el suelo de la habitación, con tal mala fortuna que en uno de esos muebles se había refugiado el niño", agregó González.

El armario en que se encontraba el pequeño fue arrojado a la calle desde una ventana. Según el testimonio de algunos vecinos de la zona, el niño todavía respiraba cuando fue hallado en el interior del armario. Sin embargo, el resposable de estadística de la Policía Municipal, José Antonio León, aseguró hoy que la asistencia de los diferentes equipos de rescate desplazados al lugar de los hechos fue inmediata.

León añadió que "si hubiera habido el más mínimo síntoma de que el cuerpo tenía vida, hubiera sido trasladado rápidamente a un centro hospitalario".

La familia Sagüés Merino, procedente de Bilbao, vivía desde hace 4 años en el barrio de la Magdalena de Pamplona. El padre del pequeño se encuentra actualmente recluido e la Prisión Provincial de Pamplona.

(SERVIMEDIA)
17 Ago 1993
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