En una entrevista publicada por la revista "Nuestro Tiempo", de la Universsidad de Navarra, en su número de marzo, el doctor Polaino añade que "este abuso de los vídeojuegos excluye la dimensión socializadora y genera su contraria, lo cual va en contra del niño, que cuando juega con estos aparatos está siempre solo y aislado".

El doctor Polaino propone un control adecuado por parte de los padres y educadores frente a esta revolución del ocio nfantil. Según un estudio realizado por la Universidad de Valencia, el 78 por ciento de los niños españoles y el 58 por ciento de las niñas afirman que los videojuegos son su juguete favorito. Las máquinas electrónicas han comido ya a los juguetes tradicionales el 40 por ciento del mercado.

Entre los aspectos positivos del vídeojuego, Aquilino Polaino destaca su capacidad para sacar a los niños pequeños del aburrimiento, para hacerles madurar desde el punto de vista visual y motriz, para ampliar su hoizonte, entretenerlos y divertirlos, aprendiendo cosas, haciendo apuestas y socializando.

"A los videojuegos", añade el experto en ludopatías, "se les podría sacar un rendimiento espléndido si fueran pedagógicos y serían un buen soporte para la educación. Todo depende de cómo se utilicen".

El doctor Polaino aconseja a los padres y educadores que combinen adecuadamente videojuegos y lectura, porque los grandes lectores de cuentos desarrollan muchísimo la imaginación, frente a quienes dedican muchotiempo a la televisión y las pantallas electrónicas.

"Que un chaval juegue con videojuegos media hora cada día me parece ideal, siempre y cuando lea también media hora diaria. Lo bueno es que hasta los nueve o diez años haya de ambas cosas, y mucho, pero bien concentradas", afirma el psiquiatra.

El mercado español de videojuegos se encuentra dominado por las compañías japonesas Nintendo, que nació como fabricante de naipes, y Sega, fundada en 1951.

En el año 1991, la facturación de Nintendo uperó los 345.000 millones de pesetas, frente a los 256.000 millones de su competidora Sega.

Actualmente, más de 100.000 niños españoles de 8 a 15 años son socios del Club Nintendo, al que hacen unas 6.500 llamadas telefónicas mensuales.