Según el doctor Marcelo Berthier, coordinador del citado grupo, los resultados de estudios recientes evidencian que la estimulación cognitiva asociada a los actuales fármacos puede ralentizar aún más el deterioro cognitivo de la memoria y comunicación.

Del mismo modo, según Berthier, este tipo de estimulación "puede atenuar el impacto negativo de los síntomas emocionales que tienen lugar en las etapas iniciales de la enfermedad de alzheimer".

"La aplicación de terapia cognitiva no está restringida únicamente a pacientes con niveles intelectuales altos, ya que precisamente las mejorías cognitivas más significativas se evidenciaron en aquellos pacientes con menos años de educación formal", explicó el doctor.

Este tipo de terapias cognitivas se dirigen a la memoria, comunicación, lenguaje y atención y pueden mejorar la función intelectual del paciente, su estado emocional y, en consecuencia, su calidad de vida.

Además, motivan y reafirman la confianza yautoestima de los enfermos de alzheimer, luchando contra el aislamiento, la soledad y la depresión.