Estos beneficios, aún no aprobados por el Consejo de Administración de la empresa, se han visto contrastados con el aumento de la facturación en un 8%, con lo que la empresa de alimentación situó sus vetas por encima de los 200.000 millones de pesetas. El incremento en volumen fue del 1%.

Castañer explicó que el recorte de los beneficios este año se ha producido por varios factores, como son, por el lado de los costes, el encarecimiento de las materias primas y el embalaje.

Dichos incrementos de coste, añadió, no se han trasladado al consumidor, ya que la atonía de la demanda y el mayor poder de la distribución para discutir precios han provocado que Nestlé aplique menores márgenes a sus producos.

Para paliar los descensos de precios, Nestlé continuó con su política de simplificación de estructura, con lo que hizo posible no incrementar sus costes, tal y como ha venido ocurriendo en los últimos años.

La exportación de los productos fabricados en España por la multinacional suiza experimentó un aumento del 20% y se sitúa ya en el 10% del volumen del total facturado, es decir, unos 20.000 millones de pesetas. Los principales mercados exteriores de Nestlé España son Portugal y los países rabes.

En 1996, la empresa seguirá con su política de diversificación en nuevos productos, si bien Castañer señaló que ya cuentan con una amplia oferta en España, al tiempo que expresó su confianza en un aumento del consumo que permita mejorar los resultados.