Así se desprende de los datos presentados este lunes por Faconauto, de los que la patronal destacó que los concesionarios oficiales “lograron mantener el empleo el pasado ejercicio pese al fuerte impacto que tuvo sobre el mercado la crisis de los semiconductores y a las recaídas en la situación sanitaria”.

La caída del negocio fue mayor en el área de vehículo nuevo, con un retroceso en su facturación del 17,7%, mientras que las otras dos grandes áreas, la posventa y el vehículo de ocasión, crecieron un 13% y un 11%, respectivamente, recuperando niveles previos a la pandemia.

En cuanto a los puestos de trabajo, los concesionarios acabaron el año con 152.225 frente a los 153.425 con los que se cerró el 2020.

“Pese a haber sido un año muy malo en ventas, los concesionarios hemos vuelto a demostrar que somos empresas fuertes y solventes, enfocadas en crear riqueza, actividad y en proteger el empleo, señaló el presidente de Faconauto, Gerardo Pérez, quien advirtió que, si se dan los “pasos correctos” en el proceso de cambio que está experimentando el sector, los concesionarios estarán en disposición de contratar “intensivamente” en los próximos años, así como de “acelerar la capacitación” de sus empleados en tres palancas: nuevos modelos de movilidad, la electrificación del parque y la propia transformación de la red de distribución.

No obstante, la patronal subrayó que la evolución del empleo en la automoción dependerá, en buena medida, de un “mercado robusto” y de que se aborden las “reformas estructurales pendientes”, como son la creación de un nuevo marco que garantice la seguridad jurídica del sector y avanzar hacia una nueva fiscalidad.

Sobre la primera cuestión, Pérez señaló que los concesionarios están dispuestos “a invertir”, pero actualmente “la inseguridad que viven en temas clave dificulta la continuidad de esas inversiones”, señalando como ejemplo la limitación de las ventas directas de los fabricantes.

En relación con la fiscalidad, el presidente de Faconauto tildó de “urgente” un cambio en el sector, al ser “el modo más útil de fomentar la renovación del parque, incentivar la demanda y dinamizar el mercado”, así como ser “la mejor herramienta para acelerar la descarbonización de la movilidad”.

Por otro lado, la patronal mostró su “preocupación” por la evolución del mercado y por la posibilidad de que se “cronifiquen” los niveles “tan bajos” de matriculación si no hay un cambio de tendencia. Según Faconauto, la previsión, tras el “mal comienzo” de año, es que las ventas vuelvan a quedar por debajo de las 900.000 unidades, lo que “comprometería el empleo”.