Concretamente, Barreda señaló los inconvenientes qe tendrán las empresas para competir, si deciden inscribir sus buques en Canarias, en lugar de hacerlo en otros registros de conveniencia tan próximos, como el que Portugal tiene en la Isla de Madeira, y cifró en un 50 por cien más caros los costes de tripulación en el archipiélago español.

Según el presidente de ANAVE, a las dificultades planteadas para el sector con el "revés" de Canarias, "se añade el rechazo, por el momento, de las propuestas presentadas en el Congreso del tratamiento europeo del égimen de IVA a los buques de cabotaje".

"Es evidente", agregó, "que mientras no se consiga, también la flota de cabotaje se verá abocada a retrasar cualquier esfuerzo de renovación de la misma, para evitar el discriminatorio efecto del IVA que recae sobre ella". A su juicio, esta situación retrasará decisiones de inversión que afectarán a los astilleros nacionales "y a los de cualquier proveedor de nuestros buques de cabotaje".

Las cifras del sector presentadas por Barreda en lo que va de año reelan ya el comienzo de esa "huida" de los buques españoles, al haberse reducido de enero a mayo, de 1.936.000 toneladas a 944.000, tendencia que también está influyendo en el déficit de la balanza de fletes nacional, próxima ya a los 200.000 millones de pesetas, apostilló.

Otro dato que viene a reforzar la idea de que España no interesa a los empresarios navieros es el incremento de la flota de empresas españolas en el extranjero, que en los últimos doce meses pasó de 800.000 toneladas a 1,5 millones,medida que, según Carlos Barreda, ha permitido conservar el empleo de más de 1.000 personas en el sector.