Así lo ha señalado Carlos Barreda, presidente de la patronal de navieras, NAVE, en su última asamblea general, que le ratificó en su cargo por otros dos años. El presidente de esta patronal señaló que la apertura del negocio de transporte marítimo a la competencia a partir de 1997 concede un estrecho margen que calificó de "último momento clave para reestructurar".

Barreda precisó que es urgente introducir mejoras laborales y fiscales para las empresas dedicadas al transporte de productos estratégicos y con las islas, ya que su escasa competitividad podría dejar esta activiad en manos de empresas extranjeras, por lo que sería bueno extender las condciones especiales que ya existen hoy en el registro canario para buques de tráficos internacionales.

El presidente de ANAVE calificó la situación de estas empresas durante 1994 de "tenacidad para resistir", pese a lo cual la flota mercante nacional con bandera española ha descendido un 10% su tonelaje, frente a un crecimiento medio de la flota comunitaria del 5%.

Al margen de esta petición, Barreda expresó su queja por ls incumplimientos de compromisos en los que ha incurrido el Gobierno en el último año, ya que dentro de las medidas del registro canario se incluían bonificaciones en el Impuesto de Sociedades que aún no han sido concretadas.

También señaló que Hacienda no ha reformado aún el IVA que se aplicará sobre las adquisiciones de buques de cabotaje y otros recursos destinados a estas embarcaciones, pese a ser un compromiso adquirido por sus responsables en el Congreso de los Diputados y a que se trata de medias que ya están recogidas en directivas comunitarias.

Las empresas navieras consideran igualmente urgente la creación de un Fondo de Garantía para la Renovación de la Flota, cuya antigüedad media está ahora en 18 años, y que cuente con subvenciones estatales, ya que permitiría asumir los costes de inversión en nuevos barcos con condiciones de financiación más suaves.