Nuñez Morgades instó a los adultos a dedicar tiempo suficiente a la selección de los presentes navideños y resaltó la importancia de conocer las aficiones, capacidades y preferencias de los niños para elegir los juguetes que más les gusten y les convengan.

A la hora de solicitar determinados juguetes, los padres deben intentar que los niños mediten lo que les apetece, con el fin de evitar la influencia del "bombardeo publicitaio". "Ni los niños deben pedir por pedir, ni los adultos, regalar por regalar", señaló.

En este sentido, la publicidad de juguetes no puede provocar equívocos, ni defraudar, ni informar de manera errónea a los niños. Además, los anuncios publicitarios han de ser identificados como tales y su lenguaje debe ser comprensible para los menores.

El Defensor del Menor pide que se eludan los juguetes que fomenten la violencia, la discriminación sexista, la competitividad y el consumismo. por el contrario deben incentivar a los niños a compartir actividades con otros menores; estimular la imaginación y los sentimientos, la habilidad manual, el lenguaje, la convivencia y la afectividad.

Por último, Nuñez-Morgades pide a los padres que no entreguen demasados regalos, que sean imaginativos y que verifiquen que los artículos adquiridos cumplen con todas las normas de seguridad en el diseño, material, piezas y etiquetado.