La población de estos animales ha ido aumentando paulatinamente desde que en l956 se realizaran las primeras sueltas de ciervos procedentes de Segovia y Jaén. Actualmente, ocupan una extensión de más de 55.000 hectáreas a lo largo del área forestal comprendida entre Velate y el valle de Belagua, fronterizo con el Pirneo francés.

El estudio se ha efectuado en dos épocas diferentes, en primavera, momento de máxima dispersión del ciervo, y en otoño, la estación de la reproducción.

En los primeros meses señalados se observó que la densidad alcanzaba una proporción de 1,8 ciervos por cada 100 hectáreas, lo que supone una población de 1.008 animales en todo el área investigada. Mientras, en otoño la cifra se elevó a 2,3 ciervos por cada 100 hectáreas, lo que representa una población de 1.296 animales.

El trabjo de campo efectuado por el departamento foral sirvió, además, para determinar que, de los 108 ciervos observados, 44 eran machos y 64 hembras, relación situada dentro de los valores estimados normales y que se puede hacer extensibles al resto de los animales de esta especie que viven en territorio navarro.

Tras la investigación efectuada, el departamento de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente considera que debe mantenerse el equilibrio entre el número de animales de cada sexo y que ha de asegrarse una tasa de crecimiento cercana al 30 por ciento, teniendo en cuenta que existe una pérdida de individuos jóvenes del 6 por ciento anual.

Además, los investigadores recomiendan que la tasa de piezas abatidas al año se mantenga en el 10 por ciento, procurando dar caza por igual a machos y hembras para no romper el equilibrio biológico existente.