Fuentes de la naviera explicaron a Servimedia que dentro del acuerdo alcanzado entre José Luis Rodríguez Zapatero y Hugo Chávez para la construcción de buques militares hay otra parte civil, por la que Navantia venderá a Petróleos de Venezuela (PDVSA) esos dos buques asfalteros.

En cuanto al pedido militar para la Armada venezolana, finalmente se trata de cuatro patrulleras de costa (de 1.200 toneladas) y otras cuatro patrulleras de altura (de 1.800 toneladas).

Las fuentes consultadas indicaron que aunque estos buques son de patrulla y no de combate, sí suelen llevar un cañón de 40 ó 76 milímetros, así como alguna ametralladora más pequeña, pero nunca misiles, que se incorporan en corbetas o fragatas.

Sus misiones básicamente serán la vigilancia costera, contra el narcotráfico o de los recursos petrolíferos. En España se usan también para control de la inmigración ilegal.

El contrato logrado con Venezuala supondrá varios años de trabajo para las factorías de Navantia, previsiblemente las de Ferrol y Fene, en La Coruña, y Puerto Real y San Fernando, en Cádiz.

Una vez que se firmen definitivamente los contratos, se comenzará a realizar los proyectos y en el plazo de unos cuatro meses comenzaría la producción. A partir de ahí, a los dos años y medio saldría la primera unidad de cada serie y las tres siguientes a un ritmo de diez meses cada una, es decir, unos seis años de trabajo en total.

El coste definitivo de las patrulleras y el número de horas de trabajo que proporcionarán a Navantia van a depender del diseño final que se haga y sobre todo del tipo de armamento que llevarán, ya que en algunos casos llega a suponer el 50% del coste total del programa.