El objetivo de este plan esalcanzar en 1998 la rentabilidad de cada uno de los astilleros públicos, fecha a partir de la cual no podrán recibir aportaciones económicas del Estado. Para ello, el plan contempla medidas destinadas a mejorar costes y un ajuste de plantilla.

En el acuerdo firmado hoy se establece que todos los astilleros continuarán abiertos y desarrollando sus actuales actividades, especialmente las que ofrezcan mejores perspectivas de futuro. Fija como actividades prioritarias las nuevas construcciones en los astileros de Puerto Real, Sevilla, Sestao, Juliana y Barreras.

También se consideran prioritarias las actividades de transformaciones en Cádiz y Astander, "off-shore" para Astano, y motores de dos tiempos para Manises. Las reparaciones quedan como actividades complementarias en Cádiz, Astander y Astano.

Además, el plan señala que el astillero de Cádiz seguirá como unidad de negocio independiente, intensificando la colaboración, intercambiabilidad de recursos humanos y complementariedad de instalacions con el astillero de Puerto Real. El de Sevilla intensificará las acciones comerciales, de programación, planificación de la producción y mejora de la productividad.

PLANTILLAS

Por lo que se refiere a las plantillas, para hacer viable los astilleros quedan fijadas en el plan de la siguiente forma: Astano con 1.180 trabajadores; Juliana, 450; Barreras, 355; Sestao, 1.230; Astander, 292; Puerto Real, 1.390; Cádiz, 390; Sevilla, 364; Manises, 335, y servicios centrales y centro tecnológico, 114 empleaos.

El ajuste de plantillas de los astilleros públicos se llevará a cabo a través de prejubilaciones y de un plan de bajas incentivadas de carácter voluntario. Los trabajadores recibirán el 76% del salario bruto, cantidad que permanecerá congelada dos años, a partir de los cuales se actualizará en un 2,5% anual.

El plan contempla la incorporación de nuevo personal a los astilleros si en 1988 se alcanzan los objetivos de rentabilidad previstos. En total, se incorporarán un máximo de 1.200 personasentre el 1 de enero y el 31 de diciembre del 2000.

Tanto la empresa como los sindicatos han acordado que para alcanzar los incrementos de productividad, plazos y otros objetivos previstos en el plan es necesario abordar de inmediato la negociación colectiva, que acuerdan concluir antes de finales de año. Si no llegan a un acuerdo en ese tiempo, se someterán a un procedimiento de arbitraje que resuelva las discrepancias.