Este consejo lo ha hecho público mediante una nota en la que recuerda las "dificultades en que se desarrollan las conversaciones para busar una solución a la crisis de los astilleros, que han agravado en exceso la situación en la que se encuentra los trabajadores sevillanos".

El arzobispado sevillano subrayó que "el cierre de los astilleros o la reducción de su plantilla supone un duro golpe para el futuro inmediato de nuestra comunidad autónoma. Poco a poco van cerrándose muchas empresas, con lo que se pierden sus recursos y las esperanzas de un porvenir seguro".

La opinión del arzobispado es que las autoridades, los empresarios,los sindicatos y los políticos se están esforzando para buscar soluciones, pero advierte que "tampoco se puede pedir confianza en un diálogo en el que hay la sospecha de una falta de claridad al tratar un problema que nos afecta a todos".

A su juicio, "esta postura favorece la violencia, si no se respetan las condiciones correctas de un diálogo en el que los que participan ponen en juego su seguridad, la de su familia y la calidad de la convivencia ciudadana".

La nota del Arzobispado de Sevilla sñala que la cercanía del problema de los astilleros "tiene que hacer a nuestra iglesia mas sensible a los sufrimientos y dificultades de todos los que estan afectados por la misma situación" y hace un llamamiento a la comunidad diocesana para que pidan por los que "tienen que aportar su esfuerzo y colaboración para solucionar esta grave problema".