Acogiéndose a la prerrogativa legal, Rafael Medina y Fernández de Córdoba no acudió hoy a la vista oral y al que iba a ser el único cara a cara con su ex mujer en dos años, que se celebró en la sala cuarta de lo penal de la Audiencia Provincial de Sevilla.

En su declaración, Nati Abascal acusó a Rafael Medina de dejar de pagar la pensión acordada de 450.000 pesetas para atender los gastos de educación de sus hijos, Rafael y Luis, y de dejación asoluta sobre la potestad de los mismos desde el verano de 1992.

A su juicio, Rafael Medina fue un padre fatal y ha incumplido la obligación de hacerse cargo de sus hijos en fines de semana alternos y uno cada dos meses de verano, tal y como acordaron desde su separación en 1989. La ex modelo se lamentó de haber llegado hasta los tribunales para defender los derechos de sus hijos.

Tras su declaración, Nati Abascal siguió el desarrollo de la vista sentada entre los periodistas, abanicándose y respodiendo con gestos y risas a las declaraciones de los testigos de la defensa.

Según Andrés Romero, amigo de Medina e hijo del mayordomo de la casa de Medinaceli, Rafael Medina no fue nunca un mal marido ni un mal padre. "Era un hombre absolutamwente enamorado de sus hijos e incluso hasta en la actualidad puede estar enamorado de su mujer", aseguró. En este argumento coincidió con Milagros González, empleada del matrimonio.

El fiscal pide dos meses de arresto mayor y una multa de 300.000 pesetas po un delito de abandono de la patria potestad. La defensa, a cargo de Francisco Baena Bocanegra, pide la libre absolución, frente a los dos penas de arresto mayor y medio millón de pesetas de multa cada una por abandono de la patria potestad e impago de la pensión alimenticia que pide la acusación particular.

Abascal aseguró que llevó a sus hijos a estudiar a Estados Unidos para evitar el acoso de la prensa del corazón y la presión social derivada del encarcelamiento de su padre.