Después de este primer año, que calificó de "muy intenso", la ministra destacó la necesidad de seguir tomando nuevas decisiones y de abordar mayores reformas incluso de la Ley de Aguas. Entre ellas, recalcó la importancia de revisar el derecho al uso del agua y la creación de bancos públicos del agua.

Todo ello, añadió, "permitirá que se utilice el agua cada vez con más eficiencia, con más racionalidad y teniendo cada vez más en cuenta las exigencias ambientales".

En su balance de lo que ha sido este año, Narbona aseguró que lo más importante, al margen del debate parlamentario -"en donde el PP es el único grupo que se empeña en defender el trasvase"-, ha sido el debate social.

"Hoy cada vez más ciudadanos entienden que lo importante es disponer de agua, y de agua de calidad, y que la gestión del agua sea cada vez más correcta", aseguró.

De las actuaciones puestas en marcha, recordó la próxima apertura en el mes de mayo de la desaladora de San Pedro del Pinatar (Murcia), licitada hace diez años y que comenzará a dar agua a razón de 12 hectómetros cúbicos durante el primer año, y 24 más los siguientes. A finales de este año también se ampliará y se pondrá en funcionamiento la desaladora de Alicante.

"De ahí en adelante", prosiguió Narbona, "todas las demás obras, tanto de modernización de regadíos como de reutilización de aguas residuales depuradas y de plantas de desalinización, van a ir sucediéndose a lo largo de esta legislatura".

El Ministerio de Medio Ambiente también está trabajando en la reorientación de la política del agua, dotando de mayores medios a las confederaciones hidrográficas, en las que se integrarán profesionales de distintas disciplinas, como Biología, Derecho o Economía, además de las tradicionales de Ingeniería Civil. El inicio de programas para mejorar la seguridad de las presas y el cierre de pozos ilegales son otras de las asignaturas pendientes.