"El Gobierno no está estudiando ningún trasvase del Ebro a Cataluña", aseveró Narbona en rueda de prensa. "Y eso es compatible con una relación fluida con el Gobierno catalán", añadió.

Además, Narbona recordó que si la Generalitat hubiera terminado las dos plantas desalinizadoras previstas en la región "ahora no estaríamos hablando de otro tipo de soluciones". Esas plantas, aseveró, evitarán a partir del año que viene cualquier tipo de riesgo para el abastecimiento.

La titular de Medio Ambiente sí se refirió a una aportación de agua desde la planta de Carboneras, en Almería, a Barcelona, que se haría mediante la transferencia de agua en barco.