"No hay ningún trasvase mientras estemos en la situación actual", subrayó Narbona en declaraciones a los periodistas.Sí indicó que, si hubiera un "comportamiento normal", habría más aportaciones que demandas de consumo para la Cuenca del Tajo en el mes de noviembre o diciembre.

En estos momentos, lo que entra en los embalses de cabecera del Tajo y lo que sale destinado al consumo es prácticamente la misma cantidad. "La situación podría cambiar desde mediados de octubre o en el mes de noviembre si las lluvias se comportan con cierta normalidad en la cabecera del Tajo", explicó.

Narbona resaltó que aún es pronto para saber si el otoño traerá las lluvias necesarias para evitar futuras restricciones. "No sabemos si habrá que poner restricciones en el consumo en las ciudades en determinadas partes del territorio. Hasta ahora las hemos evitado y seguimos trabajando para evitarlas", señaló.

En este sentido, aseguró que la previsión del Instituto Nacional de Meteorología (INM) es de un otoño con características de normalidad. Ahora depende, explicó, de cuánta lluvia caiga y dónde. "No tenemos una bola de cristal y es una previsión que todavía no distingue entre distintos ámbitos territoriales".

Aseguró que, mientras llegan las esperadas lluvias, el Ministerio de Medio Ambiente trabaja situándose "en el peor de los escenarios" posibles, con el objetivo de evitar las restricciones. "Estamos en un segundo año de sequía y seguimos trabajando para paliar los efectos negativos".

La ministra recordó que su departamento sigue haciendo inversiones y agilizando obras y que el Gobierno aprobará un decreto ley con determinadas ayudas para compensar la situación de aquellos regantes que durante este año hidrológico que concluye ahora no han recibido las dotaciones normales de riego en un porcentaje significativo.