Los psiquiatras de esta institución docente compararon dos grupos de pacientes que sufrían esta dolencia. El primero de ellos practicaba natación y buceo con delfines, y el segundo dedicaba el mismo tiempo a estas actividades, pero sin la compañía de estos animales.

Los participantes en el estudio abandonaron la medicación para la depresión y las sesiones de psicoterapia cuatro semanas antes del experimento. Una evaluación de su estado, cuando llevaban dos semanas participando en la experiencia, detectó que el grupo que buceaba con delfines había experimentado una mejora significativamente superior al segundo.

Tres meses después de la finalización de la investigación, los voluntarios afirmaron que la mejoría en su depresión había permanecido, y que no habían necesitado seguir tratándose.

Los investigadores creen que los sonidos emitidos por estos animales para orientarse, y las emociones que experimentan los pacientes en su interacción con ellos, podrían tener un poder curativo.

El estudio ha sido publicado por la revista médica británica "British Medical Journal", que dedica en su último número una sección especial a la influencia positiva para la salud del contacto con la naturaleza y los animales.