Los investigadores del Instituto Kennedy de Glostrup (Dinamarca) han constatado en su estudio que el estrés por el que han pasado muchas parejas en el momento de la concepción de sus descendientes ha dado como resultado un anormal número de niñas con respecto a los varones.

La doctora Dorthe Hanses explica en el artículo que los disgustos, la angustia y el estrés en el seno e las familias afectan a la calidad del semen, de forma que las probabilidades de tener un niño se reducen considerablemente. En el estudio que Hansen ha dirigido se analizaron más de 3.000 nacimientos en Dinamarca entre los años 1980 y 1992.

"Los resultados muestran que los acontecimientos de la vida de los progenitores afectan, sobre todo en el momento importante de la concepción de un bebé, al éxito en la evolución de los embriones de varón", explica esta experta.