Estructurar una acción social común en el marco de la vida diaria es uno de los objetivos del nuevo sindicato, que espera generar un movimiento ciudadano representativo de las expectativas de la población. Los líderes de organizaciones defensoras de derchos de refugiados, sin papeles y de la sociedad civil en su conjunto, han lanzado este proyecto para trabajar en un marco exterior al del mundo laboral.

Por primera vez en 25 años, desde la llamada "marcha multicolor" por los derechos de los trabajadores, Bélgica pone en marcha una iniciativa social distinta de la actividad a los sindicatos tradicionales. "La idea es mostrar que todas las luchas forman parte de un sólo objetivo fundamental: la calidad de vida. Queremos crear un vínculo, alianzas ciuddanas entre todos los grupos", afirmó Mario Gotto, representante de la Coordinadora de Iniciativas para Refugiados y Extranjeros (CIRE).

La nueva organización, que se fundamentará en la adhesión voluntaria de los ciudadanos, espera actuar de forma eficaz para la mejora de la situación de padres de niños con cáncer, los usuarios de transportes públicos, las esposas de presidiarios o contra daños al medioambiente. El sindicato luchará, a su vez, por legalizar el voto de extranjeros.