NACE EN SAN SEBASTIAN UNA NIÑA INTRAUTERINA QUE PESO 3,2 KILOS
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Una niña, que se había gestado fuera del útero de la madre, nació con 3 kilos 200 gramos en la clínica Quirón de San Sebastián. Este es el único caso documentadoque se conoce en España y el noveno en todo el mundo desde hace 25 años.
La madre acudió al ginecólogo cuando estaba en el tercer mes de embarazo lo que impidió que los médicos observaran que el feto se encontraba fuera del útero. En la primera ecografía se ve, según los doctores, perfectamente al embrión, sus latidos y como se movía, por ello nadie sospechó que se pudiera tratar de un caso similar.
Debido a las molestias que presentaba la madre se le aconsejó realizar una amniocentesis, sistema on el que se detecta el síntrome de Down, sin que se notara ninguna anomalía.
Llegado el tiempo previsto para el alumbramiento, los médicos vieron que la placenta estaba sucia por lo que se decidió hacer una cesárea. En el momento en que se la estaban realizando, pudieron comprobar qu el útero de la madre se encontraba vacío y que la placenta se había instalado en su abdomen.
La bolsa que contenía el feto se encontraba pegada a los vasos sanguíneos que discurren cerca del ovario y la parte final el tubo digestivo, por donde se alimentaba la criatura.
Fue necesaria una rápida intervención para despegar la placenta y para cortar la gran hemorragia que presentó la madre, ya que el útero no se contrajo para contener la hemorragia como sucede normalmente. Necesitó una transfusión de 13 litros de sangre y plasma durante una intervención que duró cerca de 4 horas.
Posteriormente, la madre permaneció 9 días en la Unidad de Cuidados Intensivos junto con su hija y en la actualidad se encuentran amas en perfecto estado de salud.
Los ginecólogos aseguran que, de haber conocido en un primer momento, que el embarazo era extrauterino y debido al grave peligro que, en estos casos, corre la madre se hubieran visto obligados a intervenir para evitar la gestación.
Ahora, se demuestra que científicamente un hombre podría gestar a un bebé si le fuera colocado un óvulo ya fecundado y que, durante las tres primeras semanas se le suministraran hormonas que le permitiesen al embrión adherirse a su abdomn. Aunque, a juicio de los doctores, "esta sería una locura y a nadie se le ocurriría poner su vida en peligro de esta manera".
(SERVIMEDIA)
09 Jul 1993
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