Los creadores de este sello de seguridad alimentaria son Ainia, una asociación privada formada por empresarios del sector agroalimentario y afines, que trata así de crear una marca que incorpore baremos de seguridad y calidad a sus productos.

El sello "Sal", que actuará como lo hacen habitualmente las compañías que certifican calidad y segurida en otro tipo de bienes y servicios, se solicitará voluntariamente y servirá para para demostrar al consumidor que se tienen han logrado los más altos niveles de calidad.

El director de Ainia, Sebastián Subirats, destacó que se trata de garantizar la seguridad alimentaria en toda la cadena productiva, desde la huerta hasta la mesa porque "lo contrario no sirve".

Este sello es aplicable a todos los sectores agroalimentarios, tales como producción primaria, industria, intermediarios, distribuidoresy organizadores de transporte, e incluso envasadores, materias primas y demás accesorios de la producción.

Para lograr este baremo de seguridad se parte de un control previo, donde se verifica las buenas prácticas, así como la prevención de riesgos y peligros en cualquier punto del recorrido del producto. La marca se otorga por tres años, durante los cuales se somete regularmente a auditorías a la empresa solicitante.

Neira destacó que el nuevo sello "Sal" aportará valor a las empresas a la hora e que los consumidores tengan buenas sensaciones sobre los productos y subrayó que el control vigile toda la cadena de producción.